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Terapia Individual

Hay momentos en la vida en la que nos podemos sentir perdidos, y se nos cruzan diferentes obstáculos que nos imposibilita superarlos.

Es aquí cuando se nos presenta el malestar psicológico, y éste viene seguido de diferentes problemas o síntomas como pueden ser: Estados ansiosos / estrés; Ideas obsesivas; Fobias / miedos; Conductas adictivas; Alteraciones de la conducta alimentaria; Estados depresivos o de tristeza; Baja autoestima; Procesos de duelo; Problemas adaptativos; Problemas relacionados con la identidad u orientación sexual

Gracias al diálogo entre terapeuta - paciente, y a la exploración de tu pasado/presente/futuro, descubriremos que es aquello que causa malestar en ti, y buscaremos las diferentes alternativas existentes para conseguir el cambio y la mejora de calidad de vida.

Terapia de Pareja

En ocasiones, las relaciones de pareja se vuelven complicadas y aparecen discusiones y desacuerdos entre ambos. La creación de una pareja supone cierta estabilidad entre los dos miembros, confianza y entendimiento.

A lo largo de la vida, se producen diferentes cambios y surgen crisis que hacen desestabilizar la pareja. Pueden aparecer diferentes problemas, como, ejemplo: Discusiones diarias; Dificultad en convivencia; Aburrimiento; Falta comunicación entre ambos; Diferencias en la forma de educación o crianza de los hijos; Falta deseo sexual; Infidelidad y celos; Sensación de rutina

Gracias a la relación terapeuta – paciente, descubriremos los motivos que causan dicha inestabilidad, y buscaremos diferentes alternativas o soluciones que os ayudan a recuperar el bienestar.

Terapia Familiar

Cada familia tiene su propia forma de organización y sus propias reglas. A lo largo de la vida, se crean nuevas pautas según los diferentes miembros que habitan en una casa, y entre todos, han de ir construyendo las reglas adecuadas para un funcionamiento óptimo pero en ocasiones, se presentan diferentes problemas como por ejemplo: Problemas de comunicación; Desorganización familiar; Pérdida de autoridad de los padres; Discusiones continuas; Cambios en el hábitat como la llegada de un nuevo hijo o la entrada a la adolescencia; Separaciones y divorcios

Gracias a la relación terapeuta – paciente, descubriremos los motivos que causan dicha inestabilidad, y buscaremos diferentes alternativas o soluciones que os ayudan a recuperar el bienestar.